Turismo de ciudad

Para la gente que quiere disfrutar de sus vacaciones pero no tiene el dinero o la disponibilidad para hacerlo mochiliemos le explica como usted desde su ciudad hacer planes (llámese plan a todo lo que quiera hacer con una actitud aventurera)
Turismo gastronómico: para mayor economía hágalo en las plazas de mercado, allí encontrerá variedad de colores sabores y texturas, o si lo prefiere hágalo en restaurantes caseros o ejecutivos donde el menú no sobrepase los $7.000, en las plazas puede encontrar diversidad de frutas y verduras, déjese ceducir por la novedad haga degustaciones, no hay mejor forma de conocer la cultura que por la comida.
Ecoturismo: en nuestas ciudades también podemos encontrar pulmones verdes, parques destinados a brindar un descongestión visual y auditiva a los sitios, algunos de estos parques cuentan con sillas y mesitas para que la gente disfrute,útlícelos, son para ustedes.
Salga de la rutina, llévese un fiambre o un sanduche con gaseosa para premiar su labor luego de la caminata o la contemplación del mundo desde estas reservas.
Agroturimo

Lucho El Conquistador

Fue a mediados de diciembre del año pasado cuando en medio del trabajo creativo y tratando de sacar ideas para el posicionamiento de mochiliemos, se me ocurrió la idea de invitar a Lucho, uno de los creativos, para que fuera conmigo a una mochileada y allí recibir a una familia que viajaba por primera vez a Necoclí, una población ubicada en el Urabá Antioqueño. Lucho no había tenido ninguna relación directa con ser mochilero, ni la experiencia de salir tan intempestivamente, de explorar y dejarse contagiar de las maravillas de la vida del viajero, de entregarse a la ruta, llevabamos una pequeña carpa, muy poco presupuesto pero unas ganas enormes de conocer, aprender y servir para dar la mejor impresión a los viajeros. llegamos 12 horas antes que los clientes, teníamos pocas horas para preparar el alojamiento, conseguir quien ofreciera buena comida en la Plaza de Mercado, hacer algunos amigos, disfrutar de un atardecer costero y prepararnos para dejarnos contagiar de las fiestas patronales del coco, que estaban por comenzar, cuando terminamos nuestra jornada laboral nos fuimos a un kiosko ubicado en unas playas cercanas al sitio de camping, que entre otras cosas nos salió gratis porque era un terreno de propiedad del hotel donde se hospedarían los también nuevos mochileros.
Fué al siguiente día luego de recibir a la familia cuando nos fuimos a recorrer los nuevos territorios, lucho exploraba costumbres, analizaba imágenes, se dejaba contagiar por lo desconicido, caminando por tierras de antiguos conquistadores, por donde entró alguna vez la civilización. interactuamos con la cultura viva de las comunidades indígenas que viven en la zona, comimos pescado frito con arroz de coco y patacón probamos la sazón exquisita Doña Marcela.
Fué a partir de el segundo día que empezamos a vivir las fiestas, esa armonía perfecta con todo el mundo, tomando cerveza, aguardiente, tirando maizena o simplemente observando y disfrutando de la música

Mi primer Mate

Fué durante mi estadía en Uruguay cuando conocí sobre la cultura del mate, esa infusión de yerba aromática, que sirve de resguardo a pensansamientos en la soledad o de compañero perfecto en las plazas con los amigos. Al principio no entendí porque todos andaban con un termo debajo del brazo y un totumito en la mano, pero cuando llegué a la casa donde estaba hospedado encontré la respuesta.

En la cultura uruguaya tomar mate es como tomar café en Colombia, sirve para acompañar reuniones en la oficina, en la casa, mientras se lee un libro, para conversar... en fin, las actividades son múltiples. Como buen mochilero me acuerdo que apenas conocí el mate y cómo se tomaba, corrí a comprar mi kit matero compuesto por bombilla (especie de pitillo metálico), porrón, yerba mate, termo metálico y matera (bolso en cuero o material sintético para guardar el termo, el porrón, la bombilla y la yerba). El porrón es como las pipas hay que curarlos bien para que se impregnen de el sabor y aroma de la yerba mate, el mío lo curé durante 4 días con yerba usada. Cuando ya estaba listo para tomar, comencé a salir a las calles de San José de Mayo, pequeña ciudad en el centro de Uruguay, donde compartía tertulias con mis amigos quienes gentilmente me acogieron como uno más del grupo.

Me acuerdo que me hice muy amigo de Carlos Laveccia quien manejaba un ciber a unas pocas cuadras de la plaza central, yo melancolico por pasar una navidad lejos de casa, iba todas las noches a conectarme con mi familia en Colombia a través de la red, luego de un rato de chatear con mi madre me sentaba a hablar de cosas con Carlos, cómo era la vida en Uruguay, la joda, las minas, el laburo.... y todo esto acompañado de unos buenos mates. Carlos es ahora uno de los mochileros contacto en Uruguay.

Nuestro norte es el sur

En una sociedad donde el sistema capitalista nos tiene sumidos en una crisis social, es donde tenemos que volcar nuestra mirada al Abia Yala, esa tierra sudamericana de gente honesta y trabajadora, tierra indígena a la cual le han arrebatado su cultura pero que algunos todavía se resisten a extinguir su esencia, Mochiliemos entonces se une a esas voces de protesta y quiere recuperar parte de esa memoria de nuestro país, viajaremos por la historia, con el objetivo de recordarle al mundo que significado tenía lo nuestro antes de que los “desarrollados” vinieran a pervertir nuestras raíces, que COCA es una hoja sagrada de nuestros ancestros, y que fue sagrada hasta que a algunos les dio por mezclarla con diferentes substancias, que te pudren la cabeza, con nuestras mochilas queremos reconquistar nuestra dignidad, mostrar al mundo que somos del sur, que somos seres HUMANOS y que lucharemos por los izquierdos humanos, ese término que alguna vez nos enseñó en uno de sus poemas, el uruguayo Mario Benedetti. Vamos entonces a emprender un viaje a nuestro sur, a nuestro polo energético donde todo gira en sentido contrario.

¡Bienvenidos al sur!,
¡Bienvenidos a Mochiliemos!

Hasta pronto Buenos Aires

Me acuerdo muy bien que fué el 10 de junio de 2005, cuando me despedía de mis ecuaces mochileros, mis camaradas, mis compañeros de lucha, que vivieron conmigo en B.A. Stop y Lime House, unos hostales hubicados en Monserrat(pleno centro de la ciudad) en Capital Federal. Eran las 10:00 de la noche, hora argentina cuando me dirigía al omnibus (bus en argentino) y atrás dejaba todas las aventuras vivídas en seis meses que duró mi estádía en ésta hermosa ciudad, atras quedó el mate, el vino, las minas, la joda, la recepción del hostal, las trasnochadas... en fin todo lo que viví durante mi estancia. Un hostal para mochileros es un hogar que te brinda todas las maravillas de la vida en familia, una familia con sabor a "ONU"con diferentes colores, olores e idiomas, pero siempre hablando el mismo lenguaje, (el de la fraternidad) el que te enseña la ruta, sobre la calle, el fango, la arena, esa voz que te dice: hey acá todo es distinto, sea amable, honesto y transparente, esto le dará la confianza para hablar sin temor al rechazo, regale buena onda a sus compañeros de ruta, que el universo se lo agradecerá al avanzar en ella.

Que gratos recuerdos "CHE", hoy cuando trato de plasmar mis recuerdos en un portal para mochileros, me quedo corto en imágenes y palabras, he tratado de plasmar con responsabilidad absoluta, eso que tanto pedimos nosotros, un sitio que hable con nuestras propias palabras como dirían los porteños esto es como un Tango, se escribe con el alma, y se baila con el corazón.

Hasta pronto Buenos Aires, pueblo porteño de mezcla maravillosa, ciudad de mundo, ciudad de pueblo, pueblo de muchos, ciudad de pocos. Gracias hermanos porque dieron la mano a un pibe Colombiano que pasó en la ruta se quedó unos meses y luego partió con muchos recuerdos, muchos deseos y ganas de hacer sus sueños realidad.

“coca de locos”

Venir a Medellín no es “coca de locos”

Si, “coca de locos” no es un error de escritura, es la imagen que se tiene de Medellín, cuna de gente honrada y emprendedora, pero que en algún punto de su historia fue la casa del terror, de narcotraficantes y criminales; donde no se podía venir sin el temor de no regresar a casa. Todavía ahora en mis viajes por otros países, la gente lo primero que pregunta es si traigo “merca” o cocacaína, que es muy diferente a la hoja de coca, esa planta sagrada que por miles de años ha protegido y sanado a nuestros ancestros precolombinos. Pero afortunadamente las cosas cambiaron y la realidad es otra o si no que lo diga René un mochilero suizo que hace algunos años vive en Colombia radicado en San Agustín. Fue él quien se “arriesgó” a traer a un grupo de turistas Europeos para que conocieran entre otras ciudades a ésta la “tacita de plata”. Salimos de la Av. San Juan con la 70 con rumbo a lo desconocid. Para ellos claro está, y para algunos que no han querido ver la transmutación de la ciudad. Lo primero que visitamos fue el metrocable que nos elevó hasta la cumbre del cerro de Santo Domingo ese barrio que hasta hace algunos años era un lugar habitado por el crimen y la inseguridad pero que ahora es foco de desarrollo, educación y cultura. A eso de las 9:30 am llegamos a Santo Domingo donde luego de apreciar la bella panorámica de la ciudad que nos regala el mirador, nuestros queridos amigos “gringos” como todo el mundo los llamaba apenas caminaban por las calles, tuvieron su primer contacto con la historia de nuestra cultura calmaron su sed bebiendo “Guarapo”, ese maravilloso extracto de caña que mezclado con limón y hielo reconforta el cuerpo y nos da energía para seguir adelante, una verdadera y natural bebida energizante.

Cusco

Cusco es uno de los sitios lindos que tiene Perú, cuando escuchamos su historia nos damos cuenta que el centro del desarrollo Inca se encuentra allí, pero también se evidencia todos los desastres producidos con la llegada de los españoles.

Si llegas a Cusco no pierdas la oportunidad de conocer los templos sagrados que tienen más importancia que el mismo Machu Pichu, ve al mercado y deleitate comiendo esas deliciosas sopas o atrévete a comer cuy (plato típico de la zona), disfruta de los bares en las noches y si puedes tomate una Incaria es una bebida alcoholica a base de plantas sagradas.

Datos Importantes: - en temporada de invierno la temperatura puede bajar a los -15° centígrados.

- en la madrugada para contrarestar el frío pueden tomar té de Munia, lo venden acompañado de torta casera y es una delicia.

- Se pueden alojar en un hostal para Mochileros que se llama Inti Wasi, queda a una cuadra de la plaza principal y cuesta 15 soles que son unos 6 dólares.

-si van a buscar comida, vayan al mercado o a un restaurante de un amigo que se llama el buen samaritano, el almuerzo con sopa, segundo y bebida les cuesta 2 soles, menos de un dólar.